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Esta Fundación fue creada en 1962, por los albaceas testamentarios de Don Agustín M. García: Dr.Ernesto Casaretto y Escribano Eduardo Boló Bolaño. Don Agustín M. García (1860-1948) hombre probo de destacada actuación política y social en Tigre donde vivió y cosechó perdurables afectos. Fue Concejal, Intendente Municipal, Senador provincial y Director del Banco de la Provincia de Buenos Aires, asimismo integró instituciones de bien público a las que brindó todo su apoyo para el bienestar y progreso local. Su permanente generosidad quedó plasmada en su testamento donde dispuso que su bienes se destinaran a la beneficencia pública dando expresas instrucciones a sus albaceas para que ejecutaran su última voluntad.
Cumpliendo el mandato recibido y luego de sortear grandes dificultades provocadas por juicios testamentarios que obstaculizaron por más de 12 años la realización de la obra, sus fieles amigos, designados albaceas, lograron triunfar judicialmente y resolvieron constituir una fundación como medio más eficaz para cumplir con los deseos del “Pato García“ (como se lo conocía popularmente) y encararon la construcción del hogar para ancianos previsto en el testamento, con comodidades acordes con el nivel de esa época.
Las instancias judiciales y la inflación que ya asomaba en aquel tiempo deterioraron el patrimonio original pero, no obstante, se logró terminar la obra en 1975 pero resultó imposible ponerla en funcionamiento por carecer de medios suficientes para mantenerlo.
Posteriormente se contrato el arrendamiento con el PAMI y con ese ingreso la Fundación pudo cumplir en parte sus fines atendiendo por su cuenta a otros carecientes.
En 1995 el PAMI los problemas financieros de ese organismo del estado obligo a rescindir el acuerdo ante el incumplimiento total de pago. Desde ese momento hasta el año 2000, el establecimiento permaneció cerrado mientras se intentaba encontrar otros medios de financiación del hogar de ancianos, objetivo que no pudo concretarse.
Por ello el Consejo de Administración, después de analizar múltiples proyectos resolvió encarar el funcionamiento de un “Residencial“ para mayores, con buen servicio de hotelería y restoran cuyo producido hubiera permitido el cumplimiento de los fines de la fundación pero, la situación económica reinante en ese momento hizo fracasar la iniciativa.
Finalmente, teniendo en cuenta la necesidad local de hospedaje para turismo y el buen equipamiento del establecimiento para cumplir con ese fin, el Consejo de Administración decidió abrirlo al público con el compromiso de destinar el producto del arrendamiento para realizar obras de asistencia social dentro del Partido de Tigre donándolo a entidades de bien público. Además de los alquileres del establecimiento principal se han agregado al monto anual de donaciones las rentas provenientes de otros inmuebles de la institución.
Para la distribución de esos subsidios se toma en cuenta la actividad de la institución beneficiaria, su proyección en la comunidad, el objetivo o proyecto de cada una y su condición legal. Se consideran como objetivos permanentes aquellas entidades de bien público que atienden a carecientes y también educativas donde la fundación financia becas para estudiantes que no cuentan con medios suficientes para concretar sus ideales de perfeccionamiento Cumpliendo con el objeto así impuesto se comenzó a entregar fondos desde el año 2003 de acuerdo con los el detalle que consta en los respectivos balances anuales logrando así un aporte a la comunidad, regido por el desinteresado y honorifico trabajo de su Consejo de Administración
